Mdina & Rabat

La historia de Mdina se remonta a más de 4.000 años. Esta ciudad puede reivindicar los orígenes de la Cristiandad en Malta, ya que fue allí, en el año 60 después de Cristo, donde se cree que vivió el Apóstol San Pablo después de haber naufragado en las Islas. Mdina, alumbrada con farolas por la noche, denominada como «la ciudad silenciosa», es fascinante por su ambiente atemporal así como por sus tesoros culturales y religiosos.

Mdina ha tenido diferentes nombres y títulos dependiendo de sus gobernantes y de su papel pero su nombre medieval es el que mejor la describe: ‘Citta’ Notabile’: la Ciudad Noble’.

Fue,y es todavía, el hogar de las familias nobles de Malta; algunas son descendientes de los caciques Normandos, Sicilianos y Españoles que fundaron sus hogares en Mdina desde el siglo XII hasta ahora. Sus impresionantes palacios se alinean en sus calles estrechas y sombrías.

Mdina es uno de los mejores ejemplos en Europa de una ciudad antigua amurallada, extraordinaria en su mezcla de arquitectura medieval y barroca.

 

Mdina

 

Como la cercana Mdina, Rabat desempeñó un papel importante en el pasado de Malta y es una fuente principal de su patrimonio cultural.
St Paul's Catacombs
Este gran municipio provincial fue parte de la ciudad romana de Melita, y sus reliquias y lugares arqueológicos son testigos de la importancia de la ciudad durante el período romano.

Durante muchos siglos, las órdenes religiosas se establecieron dentro del término municipal de Rabat y los Franciscanos, los Dominicos y los Agustinos todavía son preponderantes allí en sus espaciosos conventos y monasterios, satisfaciendo las necesidades de los feligreses en sus iglesias.

Esta ciudad es un centro comercial y un mercado de sus extensos campos agrícolas. También tiene prestigio en el aspecto turístico debido a sus lugares arqueológicos e históricos: La Casa Romana Domus, las Catacumbas, la Gruta de San Pablo y los magníficos monasterios e iglesias.