Divide la vaina de vainilla por la mitad y, con el cuchillo, ráspala para sacarle las semillas. 2. Vierte la leche y la nata en una olla/sartén profunda, añade el azúcar, las semillas de vainilla y la vaina. 3. Llévalo a ebullición y, mientras, remoja las láminas de gelatina en agua helada hasta que se ablanden. 4. Tamiza la mezcla de leche y nata, añade las láminas de gelatina y mezcla bien con una varilla, entonces déjala enfriar. 5. Parte las fresas por la mitad, derrite la mantequilla con un calor suave, añade las fresas con azúcar y cocina durante 10 minutos. 6. Vierte la panna cotta en un vasito y déjala reposar durante 3 horas o toda la noche. 7. Por último, termina recubriéndola con coulis de fresa.